Sumamente compleja, elegante, redonda y especial. De color dorado, esta cerveza es placenteramente ácida y con notas que nos recuerdan a granja, tierra y madera, consecuencia de un largo proceso de fermentación con levaduras salvajes en barricas de roble.
A esto se suman ricos aromas y sabores de malta, masa madre, miel y frutos como ciruela y chabacano, para culminar con un final seco y refrescante.
Una interpretación mexicana de la tradicional cerveza lámbica Gueuze, conocida como el “champán de Bruselas”.
ABV: 6%